Tés




Nº2257
Yame Dentô Hon Gyokuro
Productor Takaki Akihito
Estilo Gyokuro tradicional
Lugar de producción Yame, Prefectura de Fukuoka, Kyushu
Cultivar SAEMIDORI
Cosecha Mayo 2024 (recolectado a mano)
Vaporizado Profundo
Cantidad 4 gr / té
Temperatura 50ºC
Tiempo 2 mins.
Nota de Cata Aroma afrutado (notas de melón y frutos rojos) y de gran sabor umami. Dulce y delicada fragancia con un post gusto largo y persistente.
Este té permite varias infusiones incrementando sucesivamente la temperatura del agua. También es delicioso beberlo frío.
Edición limitada | Producción anual 10 kg
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Más información
Este Gyokuro es un magnífico ejemplo de los extraordinarios tés que, siguiendo métodos tradicionales, se producen en los reconocidos jardines de té en Yame. La delicadeza de sus distintivos aromas afrutados combinados con una delicada dulzura y un potente sabor umami hacen de estos tés de calidad inimitable un lujo para los grandes aficionados al té japonés.
El Cultivar
El cultivar que utiliza el productor es Saemidori, delicado y rico en aminoácidos, sabor umami y muy aromático. La recolección para este té artesanal excepcional se hace a mano, algo cada vez más inusual en Japón por su alto coste, razón por la cual solo pueden producir 10 kilos anuales. Inmediatamente después de la recolección, las hojas frescas se vaporizan ligeramente, ya que son muy tiernas, se enrollan para darles forma y se secan. Así las hojas cogen forma de finas agujas y obtienen un intenso color esmeralda.
El método de protección solar tradicional Kanreisha
Para la manufactura de Gyokuro, las plantas deben permanecer bajo la sombra (Oishitaen) durante las últimas tres semanas antes de su recolección. En el método tradicional, la cubierta se hace con esteras de paja de arroz sujetas a una estructura manteniendo una cierta distancia con las hojas, es decir, sin tocarlas. Gracias a este método, llamado Kanreisha, las hojas nuevas quedan protegidas de la radiación solar en un 85%, acumulando más clorofila y aminoácidos, recibiendo además un extra de minerales arrastrados por el agua de lluvia que empapa la paja. Diez días antes de la cosecha se añade mas paja dependiendo de la temperatura hasta alcanzar un 98%. Haciendo esto se pone a la planta en un moderado stress que ralentiza el crecimiento de los brotes jóvenes. Se ven forzados a crecer rectos y este esfuerzo es la fuente del delicioso aroma del Gyokuro. El sabor umami persiste en la boca por más tiempo que con los gyokuros estándar, esto es, con los sombreados con fibra sintética que generan más calor.
La denominación de origen y el productor
Yame, en la meseta Chikushi, al sur de Fukuoka, tiene fama en todo Japón por su producción de Gyokuros excepcionales, no en vano llevan cultivando té durante siglos. Un 45% de todo el Gyokuro producido en Japón se cultiva y manufactura en esta región.
Las neblinas matinales y las nieblas de los ríos Chikugo y Yabe envuelven las plantaciones bloqueando la luz solar. Esto ayuda a generar más aminoácidos en las hojas como la teanína o el ácido glutamatico. La diferencia térmica entre el calor diurno y la frescura de las noches son de vital importancia para la salud y vitalidad de las plantas teáceas.
La plantación de Takaki San tiene más de 100 años y según sus palabras “la base primordial para hacer un té excelente, más que ninguna otra cosa, es preparar bien el suelo, utilizando fertilizante orgánico y abono”.
La ineludible recolección a mano de un brote y dos primeras hojas para un té de esta altísima calidad es una técnica difícil de aprender y que hoy en día la hacen mujeres mayores
65 €
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