Kukicha, Familia Otsuka, Kakegawa

También llamado Bocha, consiste en los nervios centrales, las venas y pequeños trozos de las hojas que han sido separadas durante el proceso de manufactura. Estas partes de la hoja contienen muchos aminoácidos lo que hace que su infusión sea bastante dulce. El kukicha hecho a partir del Gyokuro se denomina Karigane. Existe una versión también en tostado.

A finales de la década de 1860 el Samurai Genpei Otsuka fue recompensado por el señor del castillo de Kagegawa, a su vez vasallo del Shogun Ieyashu Tokugama, con tierras para cultivar. Cinco generaciones después su descendiente el Sr. Hiroshi Otsuka y su familia conservan y dirigen la heredad familiar cultivando y manufacturando té de altísima calidad.

Lugar montañoso bendecido con suelos fértiles, manantiales, riachuelos, brumas matinales y buenas brisas marinas procedentes del Océano Pacífico que los Otsuka cuidan y miman en extremo.

Las filas de árboles de excelentes varietales perfectamente alineadas y podadas parecen esculpidas.

Para alimentarlas les dan una mezcla de fertilizante orgánico y semillas que cubren con paja aportando el nitrógeno y los aminoácidos que, absorbidos a través de las raíces promueven su crecimiento y potencian, realzan el sabor de su infusión. Sacrifican alguna recolección cosechando sólo dos veces al año para reducir el estrés a los arbustos de forma que las hojas crezcan con más vigor y concentren más nutrientes, sabor y aroma.

Recién cortadas se llevan a la factoría donde comienza el proceso de manufactura, Fukamushi, que consiste en vaporizar, enfriar, enrollar y secar, seguido de un minucioso proceso de selección y que es la base (Aracha) para los diferentes tés que producen.

Uno de ellos es su Sencha Tokujou,su magnífico primer sencha del año. En primavera las hojas, jóvenes y tiernas, tienen en ese momento del año un aroma muy afrutado. No han sido expuestas a demasiada radiación solar lo que resultará en un sencha muy delicado y suave.

El proceso Fukamushi que consiste en vaporizar durante un lapso de tiempo más largo (80 a 200 segundos) y a mayor temperatura que el método Asamushi, rompe las células de las hojas y permite que éstas exhalen todo su aroma y sabor. Con este proceso las hojas se tornan más finas y en cierto grado se disuelven en el agua con lo que se obtiene una bebida con más cuerpo en la taza.

El buen hacer de la familia Otsuka les ha hecho recibir diversos premios a su calidad que han ido consiguiendo a lo largo de su historia en la Excellent Green Tea Fair que se celebra cada año en Tokio.